3 de Abril de 2007.
Los Angeles, CA. USA.
NO BUSQUES ENTRE LOS MUERTOS A QUIEN ESTA VIVO.Jesús es sin duda mi personaje favorito e inolvidable.
Mi pasión por conocer su vida se inicia desde muy temprana edad, aun antes de tener aquel encuentro personal del 11 de Marzo de 1975.
Lo que siempre llamó mi atención es que aún revestido de todo el poder del mundo, jamás presumió de tenerlo y cuando tuvo necesidad de realizar algún milagro, utilizó siempre de la ayuda del ser humano.
Así fue como sanó a los ciegos, untando lodo en sus ojos hecho de saliva y pidiéndoles luego que fueran a presentarse ante las autoridades, cuenta el testigo que aquellos enfermos fueron sanados antes de llegar a su destino.
Lo mismo podríamos decir de aquella mujer que padecía por doce anos de sangrados constantes, y que su fe era tan grande que solo pensaba,
“si tan solo pudiera tocar su túnica” y el milagro sucedió, pero lo más inaudito pasó después, cuando el propio Maestro preguntó a la muchedumbre:
“quién me ha tocado”. Los discípulos estupefactos por tan absurda pregunta, contestaron:
“Señor, preguntas quién te ha tocado cuando todos aquí casi te están aplastando?”. Pero la mujer sintiéndose descubierta reconoció que había sido ella, a lo que respondió Jesús:
“vete en paz y no peques más”.Jesús también necesito la colaboración de los hombres cuando tuvo de dar de comer a cinco mil personas, ordenando que recogieran en canastos los pescados y los panes que entre todos habían traído. Para luego pedir al Padre que en medio de su bondad los multiplicara.
Y así podríamos decir también del milagro de la pesca milagrosa cuando necesitó que sus discípulos lanzaran al agua las redes, aún contra todo pronóstico, porque se sabía que en esa zona no había ningún pez. Y sin embargo, se cuenta que fue la mejor pesca jamás vista en la región y que hasta las redes estaban cediendo de lo pesado de la pesca.
Y que decir del primer milagro público en la Boda de Canna, presionado en parte porque sus amigos habían ingerido tanto vino, que los dueños de casa se habían quedado con la despensa vacía, y donde igualmente tuvo que intervenir María -su madre- para pedirle que hiciera algo, María incluso no espero respuesta del Nazareno (que sólo alcanzó a decir:
“mujer, mi hora no ha llegado” ) y dijo a los empleados:
“hagan lo que El les mande”, y según la historia de ese acontecimiento, se dice que jamás se había servido un vino de tan extraordinaria calidad, lo que motivó elogios a los anfitriones.
Pues bien, fue éste mismo Galileo, el que luego de haber demostrado de tantas maneras ser el Hijo del Hombre , el que debido a su rectitud, honestidad y justicia ; empezó a incomodar a los mafiosos de esa época, los gobernantes de entonces con intereses creados y con estilos de vida de verdadera repulsión ante un pueblo de oprimidos por el hambre y la injusticia. La envidia de los fariseos, el temor de los poderosos y el miedo a perder los privilegios y los puestos políticos, accedieron a tenderle una trampa a quien solo bienestar había traído a los oprimidos.
El Salvador del Mundo sabía cual era su destino, y reconocía que debía morir para poder ofrecer la vida eterna a los que en el creyeran.
Como todas las traiciones, fue traicionado por uno de los suyos, por quien siempre se preocupó de llevar las finanzas del grupo, por quien jamás entendió que las riquezas que buscaba el Redentor del Mundo, no obedecían a las de este mundo. Por el ambicioso sin límite, ni escrúpulos, descarado y sin compasión de un pueblo sediento de justicia.
Lo más inaudito fue, que fue enjuiciado sin razón por las leyes romanas. Los judíos jamás habían comulgado con los preceptos de los romanos, pero esta vez, si aceptaron sus injustos juicios.
Sin embargo, lo mejor de todo estaba por venir.
El centro de mi FE, radica en lo que aconteció después del tercer día.
Creo que si Jesús hubiese hecho todos esos milagros del que hablan los evangelios , y aun más - porque me imagino que fue imposible narrar todas las maravillas que hiciera aquel hijo del carpintero de Belén -. Pues bien, si hubiera hecho todas esas cosas y aun más…pero no hubiera RESUCITADO al tercer día –como había prometido-, hubiera pasado a la historia como un hombre extraordinario, bueno y quizás hasta misericordioso, pero jamás reconocido como el RESUCITADO, como el hijo de Dios, y parte de la Santísima Trinidad, como el Redentor de los Pecados y el dador de la Vida Eterna.
El milagro más grande de Jesús no fueron la multiplicación de los panes, no fue la curación de los leprosos, ciegos o endemoniados, ni siquiera la resurrección de su buen amigo Lázaro y haber perdonado los pecados de Zaqueo y María Magdalena, no fueron las curas a los paralíticos…ni la cura del hijo de Centurión Romano, NO.
Su milagro más grande… es cuando María Magdalena y la otra María, llegan al santo sepulcro con sus inciensos y ungüentos a buscar el cadáver de Jesús, y con sorpresa se encuentran a dos personajes misteriosos que señalando las túnicas y lienzos doblados del crucificado, les dice:
“No busquen entre los muertos, al que anda entre los vivos”.WOW!, que gran revelación. Cristo ya se ha levando de entre los muertos y ahora mora entre los vivos. Esta aquí ahora conmigo, y esta allí contigo ahora que lees estas líneas, esta con quien invoca su nombre y cree en sus preceptos.
Sea bendito su nombre que esta sobre todo nombre y ante quien toda rodilla se dobla.
Tito Lagos-Bassett
EnMiPeregrinar@TitoLagos.com Nota: En Mi Peregrinar esbozo situaciones reales de mi vida, que me veo obligado a compartir por lo impactante que cada una es. Si te causa inconveniencias este tipo de mensaje, recibe mis más sinceras disculpas y por favor hazme saber tu intención de ser removido de mi lista de elegidos. Si por el contrario, te provoca compartirlo, siéntete en la libertad de hacerlo. Gracias. Tito